En las granjas avícolas, se tiene dificultades para controlar la
contaminación por bacterias, virus, hongos y levaduras en concentraciones
aceptables, que no generen riesgo en las aves o en los productos generados por
una empresa.
Estos agentes pueden estar
presentes en diferentes zonas inertes como:
- overoles
- camas
- equipos
- suelos
- zonas activas como manos, uñas, piel de operarios
- los criterios propios de administradores o productores sin conocimientos previos; a la forma de aplicación
- tiempo de contacto mínimo de los productos y centro activo.
Estos criterios llevan a tomar medidas
erróneas como elevar la concentración,
aumentar la frecuencia de uso o el tiempo de exposición de los desinfectantes.
Muchos desinfectantes también son ignorados, con
respecto a sus recomendaciones comerciales de uso; tipo de desinfectante, tipo
de aplicación y modo de acción; lo cual impide la efectividad bactericida,
virucida, fungicida, o inhibición controlado, para la reducción de cagas
patógenas de cada uno de ellos.
Se debe
tener en cuenta otros parámetros que intervienen en el proceso de desinfección
como son la temperatura, tipo de bacteria a tratar, capacidad de carga presente
en el medio, líquidos o materiales interferentes como materia orgánica etc.
La mala implementación, dosificación,
y poca rotación de productos en el sector pecuario, han llevado a la resistencia de algunas bacterias dotadas de
múltiples mecanismos (bioquímicos, genéticos-moleculares y celulares); para
modificar su estructura genética, por la
información guardada y transferida a otras generaciones durante décadas.
CONSIDERACIONES PARA UN ELEGIR UN BUEN DESINFECTANTE
- En bajas dosis de concentración
debe actuar eficazmente sobre bacterias Gram Positivas, Gram Negativas,
bacterias, virus, hongos, esporas etc.
- Durante su tiempo de
almacenamiento debe presentar estabilidad; conservando su color,
homogenización, capacidad germicida y sus características química.
- Debe ser soluble en diferentes
solventes o en agua, para la actividad en uso efectivo, en proporciones
necesarias.
- Su estructura química debe ser
soluble en toda la composición del desinfectante, para estar presente en
cada aplicación.
- Su toxicidad debe repercutir solo
a agentes patógenos o microorganismos indeseados en ambiente. (no debe ser
toxico para personas o animales).
- Detergente-desinfectante son dos
funciones deseables; limpiar y desinfectar, lo cual mejora la efectividad del segundo.
- El desinfectante debe ser in olor
o en su defecto presentar un olor característico pero agradable.
- La capacidad de penetración deber
ser lo más rápida posible aunque en algunos casos no es necesaria si solo
se requiere una acción superficial.
- No debe entremezclarse con materiales
orgánicos extraños.
- No debe estimular a las bacterias
para generar futuras resistencias.
- No debe ser corrosivo, teñir
o desteñir en los medios
inanimados que se empleen.
- No dañino para el medio ambiente
- Tensión superficial baja.
- Efecto residual.
- Económico.
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